Carmen Martín Gaite se licenció en Filosofía y Letras. Además de ensayos, críticas y estudios históricos, ha publicado una extensa obra narrativa, entre la que cabe destacar: El balneario, Las ataduras, Entre visillos (Premio Nadal 1957), Ritmo lento, Retahílas, Fragmentos de interior, El cuarto de atrás (Premio Nacional de Literatura 1978), Nubosidad variable, La reina de las nieves e Irse de casa. En 1988 le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Carmen Martín Gaite falleció en Madrid en el año 2000.
Primo Levi, químico de profesión, nos describe el mundo con una lucidez y una maestría literaria prodigiosas.
Por el autor de Si esto es un hombre.
El sistema periódico está estructurado en ventiún capítulos, cada uno de ellos dedicado a un elemento químico convertido en metáfora del hombre y de las relaciones humanas. Si la nostalgia irónica permea en el capítulo que se ocupa del «Argón» (en el que Levi traza la historia de sus antepasados) o la poesía aflora en su reflexión sobre el «Hierro» y su amistad con Sandro (más tarde hecho prisionero por los fascistas y asesinado por un niño-carnicero), la imaginación pura domina el relato que le sugiere el «Mercurio», a la vez que un dramatismo atenuado por la lucidez preside el capítulo correspondiente al «Vanadio», narración del reencuentro del escritor —acabada la guerra y por razones profesionales— con uno de sus carceleros de Auschwitz. Primo Levi, químico de profesión, nos describe el mundo a través de la tabla periódica con una lucidez y una maestría literaria prodigiosas.
Por el autor de Si esto es un hombre.
El sistema periódico está estructurado en ventiún capítulos, cada uno de ellos dedicado a un elemento químico convertido en metáfora del hombre y de las relaciones humanas. Si la nostalgia irónica permea en el capítulo que se ocupa del «Argón» (en el que Levi traza la historia de sus antepasados) o la poesía aflora en su reflexión sobre el «Hierro» y su amistad con Sandro (más tarde hecho prisionero por los fascistas y asesinado por un niño-carnicero), la imaginación pura domina el relato que le sugiere el «Mercurio», a la vez que un dramatismo atenuado por la lucidez preside el capítulo correspondiente al «Vanadio», narración del reencuentro del escritor —acabada la guerra y por razones profesionales— con uno de sus carceleros de Auschwitz. Primo Levi, químico de profesión, nos describe el mundo a través de la tabla periódica con una lucidez y una maestría literaria prodigiosas.